viernes, diciembre 29, 2006

ANTES QUE LUZ, ES CARBON

Versos Sencillos
Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.

Yo vengo de todas partes,
y hacia todas partes voy;
arte soy entre las artes;
en los montes, monte soy.

Yo sé los nombres extraños
de las hierbas y las flores
y de mortales engaños,
y de sublimes dolores.

Yo he visto en la noche oscura
llover sobre mi cabeza
los rayos de lumbre pura
de la divina belleza.

Rapida, como un reflejo,
dos veces vi el alma, dos:
cuando murió el pobre viejo,
cuando ella me dijo adiós.

Si dicen que del joyero
tome la joya mejor,
tomo a un amigo sincero
y pongo a un lado el amor.

Yo he visto el águila herida
volar al azul sereno,
y morir en su guarida
la víbora del veneno.

Yo sé bien que cuando el mundo
cede, lívido, al descanso,
sobre el silencio profundo
murmura el arroyo manso.

Oculto en mi pecho bravo
la pena que me lo hiere;
el hijo de un pueblo esclavo
vive por él, calla y muere.

Todo es hermoso y constante,
todo es música y razón,
y todo, como el diamante,
antes que luz, es carbón.

Jose Martí (1853-1896)
Cuba

martes, diciembre 26, 2006

LUZ?

Un comercial de una organización israelí

¿seremos capaces de ir en contra de lo convencional?

sábado, noviembre 18, 2006

UNIONES ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO

Los endebles cuestionamientos de sus opositores
Jorge Saveedra


La figura del matrimonio, más allá del símbolo, tiene implicaciones jurídicas: herencia, manutención, seguro social. Y sobre todo impacto social: se trata de la presentación de la pareja ante la sociedad y por ende de su tácita aceptación. Estar “casado” confiere a los miembros de la pareja cierto estatus —real o aparente— de estabilidad o madurez. Por supuesto, esa percepción puede ser atinada en mayor o menor medida. En todo caso, si la pareja no se aviene siempre tiene el recurso, ya también aceptado social y jurídicamente, de divorciarse. A partir de estas consideraciones, vale preguntarse: ¿por qué restringirlo sólo a los heterosexuales?


Existen múltiples y variados argumentos. A algunos de ellos pretendo proponer respuestas, que parten no del derecho o las interpretaciones religiosas, sino de la simple lógica del razonamiento.

“Es la base de la familia”
Depende de la definición que se adopte de familia. Si el matrimonio es la base de la familia, no se le debería llamar así a personas nacidas fuera del matrimonio, tampoco a quienes viven en concubinato con o sin hijos, tampoco a un padre o una madre que es viuda y vive con su hijo.

“Destruiría la institución del matrimonio”
¿Cómo podría un matrimonio destruir a la institución del matrimonio? En todo caso, es el divorcio el que atenta contra el matrimonio, sin embargo, es legal y socialmente aceptable.

“Es contranatura”
El matrimonio no es un producto de la naturaleza. Es una construcción social, al igual que el bautismo o el registro civil de un recién nacido; son productos hechos para otorgar derechos legales o de pertenencia a una comunidad. Un papel o una ceremonia no otorgan a nadie el certificado de “natural”, “antinatural” o “contranatural”, por lo que, en estricto sentido, el matrimonio heterosexual es "antinatural".

"El matrimonio es para procrear”
Siguiendo esa racionalidad, entonces, el matrimonio también se les debería prohibir a las mujeres u hombres con problemas de esterilidad, a las mujeres que ya cursaron la menopausia, y que se anulen aquellos matrimonios que decidan no tener hijos.

“Pondrían en riesgo a los hijos”
Este argumento se basa en la creencia de que la homosexualidad se aprende o se enseña, qué es culpa de la educación que recibieron los hijos. Los ejemplos suelen ser confusos: una madre sobreprotectora, en el caso de varones homosexuales, o demasiada dureza paterna, en el caso de las mujeres lesbianas. Por supuesto, no se ha podido probar nada de esto; por lo contrario, cada vez un mayor número de estudios nos acercan a la conclusión de que la homosexualidad es una cuestión genética.

“No tendría validez en ningún otro lado”
Este es un razonamiento que hubiese sido válido hace 10 años. Actualmente los beneficios a matrimonios o parejas del mismo sexo se dan en Bélgica, Dinamarca, Holanda, Noruega, España, Inglaterra, Francia, Canadá, Massachussets, Hawai, Vermont, Buenos Aires. En todo Estados Unidos lo dan compañías como 3M, American Express, Abbott, Apple, Avon, Boeing, Bristol, Blockbuster, Citigroup, ColgatePalmolive, Costco, Delta, Fedex, Ford, General Motors, Glaxo, Nike, Pepsico, Toyota, las Universidades de Harvard, Johns Hopkins, Berkeley, MIT, Stanford, Chicago, o instituciones como el Banco Mundial, el FMI y el ONUSIDA.

“La sociedad no está preparada para 'eso'”
¿Cómo se prepara una sociedad para “eso”? Tal vez con argumentos como los que aquí se exponen, comunes a todos aquellos que piensan que un prejuicio no puede tener más valor que un ejercicio de racionalidad. En Alabama, Estados Unidos, a mediados del siglo XX, no se logró que los negros asistieran a colegios de blancos porque la sociedad ya estuviera preparada para “eso”; de hecho la mayoría estaba en contra de que se permitiera. Pero la decisión no se sometió a votación, ni a plebiscito ni a consenso, simplemente se aprobó la ley y se hizo cumplir. ¿Estaba la sociedad de Alabama preparada? Evidentemente no. Hubo muchas protestas, pero ahora ya están preparados.

A manera de conclusión

Estoy convencido de que todos aquellos que se oponen al matrimonio de dos personas del mismo sexo lo hacen esgrimiendo alguno de los anteriores argumentos o combinaciones de ellos. Muchos deben estar convencidos de que la homosexualidad es una conducta adquirida o aprendida, aún cuando no pueda ser demostrado. Lo que sí es completamente demostrable es que son los prejuicios los que se aprenden en la familia o en la sociedad.Las leyes para igualar en derechos a hombres y mujeres no tuvieron que esperar a que se eliminara la misoginia de un país, simplemente se aprobaron, y ha sido con la ayuda de estas leyes que rápida o lentamente se ha avanzado para erradicarla.Si el matrimonio es bueno para México y es bueno para el mundo, el matrimonio entre personas del mismo sexo no tiene por qué ser malo. Se trata del derecho a ser iguales ante la ley. Y a quien no le guste que se divorcie o simplemente que no se case. Pero porque no lo desea, no porque se lo tienen prohibido.

Publicación tomada del suplemento "Letra S" Número 124 Jueves 2 de noviembre de 2006 del Periodico "La jornada"
http://www.jornada.unam.mx/2006/11/02/ls-opinion02.html

viernes, julio 07, 2006

PAPA, PAPA SOY HETEROSEXUAL

Gay Adoption Ad

El otro lado de salir del closet, y declarandose heterosexual

lunes, junio 26, 2006

SALIR DEL CLOSET

Your son is gay

Una forma muy particular de decirle a tus papas que eres gay. Jajaja esta con madre!!

miércoles, junio 14, 2006

LA SALIDA FACIL

El siguiente es un fragmento sacado de un articulo donde promocionan a Jesus como si fuera un detergente, no estoy en contra de la religión, pero si de que se convierta en producto de un infomercial, es un peligro en especial para aquellos que se dejan influenciar facilmente:


El estrés. Ante el tránsito infernal, el vivir corriendo contra el reloj, los problemas financieros, y las frustraciones que nos sumen en el estrés, la solución es desarrollar una vida equilibrada. Pero ¿qué entendemos por una vida equilibrada? Sabemos que el hombre es un todo compuesto de los aspectos físico, mental, social y espiritual. Pues bien, una vida equilibrada se compone, precisamente, del desarrollo armonioso de esos cuatro aspectos. En la Biblia, la Palabra de Dios, hallaremos los consejos que nos liberarán del estrés, comprobando que Jesús es la única salida.

Problemas económicos. Es una terrible paradoja que en esta época tan abundante en riquezas, haya tanta gente que no logra lo suficiente para subsistir. La solución para los problemas económicos pasa por la organización de las finanzas personales en base a un presupuesto. La felicidad es el equilibrio entre nuestras ambiciones y nuestras posibilidades. La Biblia también nos enseña a lograrlo, indicándonos que Jesús es la única salida.

La muerte es otro motivo de preocupación para todos nosotros. Cuando la muerte llega ¿qué se puede hacer?. Ante la desesperación que embarga al hombre, Jesús asumió una actitud distinta frente a la muerte (S. Juan 5:28,29). La muerte es un sueño profundo, sin gloria, sin tormentos, sin conciencia del tiempo, pero el Señor dijo "Yo soy la resurrección y la vida, el que en mí cree, aunque esté muerto vivirá" (S. Juan 11:25). Sí, la Biblia nos dice que ante la muerte, Jesús es la única salida.


Chequen en particular la frase "la unica salida" bien subliminal, ahora limpiar las manchas de los pecados será muy facil, lo aplicas una vez enjuagas y ya esta, listoooooo!!!!!!


Fuente: Sitio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la ciudad de Rafaela

domingo, junio 11, 2006

Y EN LOS MEXICANOS SERA IGUAL?

Las maravillas de la estadistica

viernes, junio 09, 2006

DIOS QUE?

Un poema de Susana Thenón, que me gustó mucho y ahi se los dejo:

Dios nos ayude o Dios no nos ayude
o nos ayude a medias
o nos haga creer que nos ayuda
y después mande decir que está ocupado
o nos ayude oblicuamente
con un piadoso "ayúdate a ti mismo"
o nos acune en brazos canturreando que vamos a cobrar
si no dormimos inmediatamente
o nos susurre que hoy estamos y mañana ay también
o nos cuente la historia de la mejilla
la del prójimo y la del leproso
y la del muchacho lunático y la del mudo que habla
o se coloque los auriculares
o nos sacuda fuerte rugiendo que vamos a cobrar
si nos despertamos inmediatamente o nos haga el test del árbol
o nos lleve al zoológico a mirar
cómo nosotros nos miramos
o nos señale un viejo tren sobre un fantasma de puente
apuntalado por carteles de pañal descartable
dios nos ayude o no o a medias
o renqueando
dios nos
dios qué
o más o menos
o tampoco

Susana Thénon; Obra completa, 1987

DISCURSO DE ARISTÓFANES

Este discurso lo consideraria uno de los primeros ensayos sobre orientación sexual e identidad de género, esta largo pero esta chido haber quien se atreve a leerlo completo.

Es preciso que conozcáis la naturaleza humana y las modificaciones que ha sufrido, ya que nuestra antigua naturaleza no era la misma de ahora, sino diferente.

En primer lugar, tres eran los sexos de las personas, no dos, como ahora, masculino y femenino, sino que había, además, un tercero que participaba de estos dos, cuyo nombre sobrevive todavía, aunque él mismo ha desaparecido.
El andrógino, en efecto, era entonces una sola cosa en cuanto a forma y nombre, que participaba de uno y de otro, de lo masculino y de lo femenino, pero que ahora no es sino un nombre que yace en la ignominia.

En segundo lugar, la forma de cada persona era redonda en su totalidad, con la espalda y los costados en forma de círculo. Tenía cuatro manos, mismo número de pies que de manos y dos rostros perfectamente iguales sobre un cuello circular. Y sobre estos dos rostros, situados en direcciones opuestas, una sola cabeza, y además cuatro orejas, dos órganos sexuales, y todo lo demás como uno puede imaginarse a tenor de lo dicho. Caminaba también recto como ahora, en cualquiera de las dos direcciones que quisiera; pero cada vez que se lanzaba a correr velozmente, al igual que ahora los acróbatas dan volteretas circulares haciendo girar las piernas hasta la posición vertical, se movía en círculo rápidamente apoyándose en sus miembros que entonces eran ocho.

Eran tres los sexos, y de esas características, porque lo masculino era originariamente descendiente del sol, lo femenino de la tierra y lo que participaba de ambos, de la luna, pues también la luna participa de uno y de otro. Precisamente eran circulares ellos mismos y su marcha, por ser similares a sus progenitores. Eran también extraordinarios en fuerza y vigor y tenían un inmenso orgullo, hasta el punto de que conspiraron contra los dioses.

Y lo que dice Homero de Esfialtes y de Otto se dice también de ellos; que intentaron subir hasta el cielo para atacar a los dioses. Entonces, Zeus y los demás dioses deliberaban sobre qué debían hacer con ellos y no encontraban solución. Porque, ni podían matarlos y exterminar su linaje, fulminándolos con el rayo como a los gigantes, pues entonces se les habrían esfumado también los honores y sacrificios que recibían de parte de los hombres, ni podían permitirles tampoco seguir siendo insolentes.

Tras pensarlo detenidamente dijo, al fin, Zeus: «Me parece que tengo el medio de cómo podrían seguir existiendo los hombres y, a la vez, cesar de su desenfreno haciéndolos más débiles. Ahora mismo, dijo, los cortaré en dos mitades a cada uno y de esta forma serán a la vez más débiles y más útiles para nosotros por ser más numerosos. Andarán rectos sobre dos piernas y si nos parece que todavía perduran en su insolencia y no quieren permanecer tranquilos, de nuevo, dijo, los cortaré en dos mitades, de modo que caminarán dando saltos sobre una sola pierna».

Dicho esto, cortaba a cada individuo en dos mitades, como los que cortan las serbas y las ponen en conserva, o como los que cortan los huevos con crines. Y al que iba cortando ordenaba a Apolo que volviera su rostro y la mitad del cuello en dirección del corte, para que el hombre, al ver su propia división, se hiciera más moderado, ordenándole también curar lo demás. Entonces, Apolo volvía el rostro y, juntando la piel de todas partes en lo que ahora se llama vientre, como bolsas cerradas con cordel, lo ataba haciendo un agujero en medio del vientre, lo que llaman precisamente ombligo. […]

Así, pues, una vez que fue seccionada en dos la forma original, añorando cada uno su propia mitad se juntaba con ella y rodeándose con las manos y entrelazándose unos con otros, deseosos de unirse en una sola naturaleza, morían de hambre y de absoluta inacción, por no querer hacer nada separados unos de otros. Y cada vez que moría una de las mitades y quedaba la otra, la que quedaba buscaba otra y se enlazaba con ella, ya se tropezara con la mitad de una mujer entera, lo que ahora precisamente llamamos mujer, ya con la de un hombre, y así seguían muriendo.

Compadeciéndose entonces Zeus, inventa otro recurso y traslada su órganos genitales hacia la parte delantera, pues hasta entonces también éstos los tenían por fuera y engendraban y parían no los uso en los otros, sino en la tierra, como las cigarras. De esta forma, pues, cambió hacia la parte frontal sus órganos genitales y consiguió que mediante éstos tuviera lugar la generación en ellos mismos, a través de lo masculino en lo femenino, para que si en el abrazo se encontraba hombre con mujer, engendraran y siguiera existiendo la especie humana, pero, si se encontraba varón con varón, hubiera, al menos, satisfacción de su contacto, descansaran, volvieran a sus trabajos y se preocuparan de las demás cosas de la vida.

Desde hace tanto tiempo, pues, es el amor de los unos a los otros innato en los hombres y restaurador de la antigua naturaleza, que intenta hacer uno solo de dos y sanar la naturaleza humana. Por tanto, cada uno de nosotros es un símbolo de hombre, al haber quedado seccionado en dos de uno solo, como los lenguados.

Por esta razón, precisamente, cada uno está buscando siempre su propio símbolo. En consecuencia, cuantos hombres son sección de aquel ser de sexo común que entonces se llamaba andrógino son aficionados a las mujeres, y pertenece también a este género la mayoría de los adúlteros; y proceden también de él cuantas mujeres, a su vez, son aficionadas a los hombres y adúlteras. Pero cuantas mujeres son sección de mujer, no prestan mucha atención a los hombres, sino que están más inclinadas a las mujeres, y de este género proceden también las lesbianas.

Cuantos, por el contrario, son secciones de varón, persiguen a los varones y mientras son jóvenes, al ser rodajas de varón, aman a los hombres y se alegran de acostarse y abrazarse; éstos son los mejores de entre los jóvenes y adolescentes, ya que son los más viriles por naturaleza. Algunos dicen que son unos desvergonzados, pero se equivocan. Pues no hacen esto por desvergüenza, sino por audacia, hombría y masculinidad, abrazando lo que es similar a ellos.

Y una gran prueba de esto es que, llegados al término de su formación, los de tal naturaleza son los únicos que resultan valientes en los asuntos políticos. Y cuando son ya unos hombres, aman a los mancebos y no prestan atención por inclinación natural a los casamientos ni a la procreación de hijos, […] pues les basta vivir solteros todo el tiempo en mutua compañía. Por consiguiente, el que es de tal clase resulta, ciertamente, un amante de mancebos y un amigo del amante, ya que siempre se apega a lo que le está emparentado.

Pero, cuando se encuentran con aquella auténtica mitad de sí mismos, tanto el pederasta como cualquier otro, quedan entonces maravillosamente impresionados por afecto, afinidad y amor, sin querer, por así decirlo, separarse unos de otros ni siquiera por un momento. Éstos son los que permanecen unidos en mutua compañía a lo largo de toda su vida, y ni siquiera podrían decir qué desean conseguir realmente unos de otros. Pues a ninguno se le ocurriría pensar que ello fuera el contacto de las relaciones sexuales y que, precisamente por esto, el uno se alegra de estar en compañía del otro con tan gran empeño.

Antes bien, es evidente que el alma de cada uno desea otra cosa que no puede expresar, si bien adivina lo que quiere, y lo insinúa enigmáticamente. Y si mientras están acostados juntos se presentara Hefesto con sus instrumentos y les preguntara: «¿Qué es, realmente, lo que queréis, hombres, conseguir uno del otro?», y si al verlos perplejos volviera a preguntarles: «Acaso lo que deseáis es estar juntos lo más posible el uno del otro, de modo que ni de noche ni de día os separéis el uno del otro? Si realmente deseáis esto, quiero fundiros y soldaron en uno solo, de suerte que siendo dos lleguéis a ser uno, y mientras viváis, como si fuerais uno solo, viváis los dos en común y, cuando muráis, también allí en el Hades seáis uno en lugar de dos, muertos ambos a la vez. Mirad, pues, si deseáis esto y estaréis contentos si lo conseguís.»

Al oír estas palabras, sabemos que ninguno se negaría ni daría a entender que desea otra cosa, sino que simplemente creería haber escuchado lo que, en realidad, anhelaba desde hacía tiempo: llegar a ser uno solo de dos, juntándose y fundiéndose con el amado. Pues la razón de esto es que nuestra antigua naturaleza era como se ha descrito y nosotros estábamos íntegros. Amor es, en consecuencia, el nombre para el deseo y persecución de esta integridad.



Platón; Banquete, 384-379 a.C.